Doctrina térmica



"La Naturaleza es la que Cura"
                             Hipócrates


El hombre forma parte de la Naturaleza, las mismas leyes que rigen el movimiento de los astros y la vida vegetal dirigen también las actividades orgánicas de nuestro cuerpo, que siempre tienen la finalidad defensiva de la salud y de la vida.
La Naturaleza está regida por leyes inmutables, los dolores, fiebre, catarro, erupciones, ataques nerviosos, hemorragias, diarreas, presión arterial, etc. revelan defensa orgánica, lo lógico es buscar la causa que obliga al organismo a actuar en forma anormal, sin reprimir estos procesos, desaparecen al quitar dicha causa.
La Doctrina Térmica se dirige a normalizar las funciones orgánicas de nutrición y eliminación, colocando el cuerpo en equilibrio térmico, para obtener la salud, verdadero remedio de toda enfermedad.

Manuel Lezaeta Acharan dice:

"La normalidad funcional sólo puede existir con equilibrio térmico, es decir con 37 grados de calor tanto en la piel como en las entrañas del sujeto, la salud es cuestión de temperatura… Este equilibrio térmico es preciso reestablecerlo porque el hombre continuamente enfría su piel con los vestidos y afiebra sus entrañas con la alimentación cocinada e indigesta.
...Para reestablecer la salud de todo enfermo, cualquiera que sea el nombre o manifestación de su dolencia, es preciso normalizar su digestión y activar sus eliminaciones por piel, riñones e intestinos. Esto se conseguirá produciendo fiebre curativa en la superficie de su cuerpo y combatiendo la fiebre destructiva de sus entrañas… es preciso atraer la fiebre interna a su piel.
Así pues, el mejor remedio es buena digestión, porque con ella el individuo elabora sangre pura, elemento vital del cuerpo.
Se normalizan las funciones de nutrición y eliminación, colocando el cuerpo en equilibrio de sus temperaturas interna y externa."

Según esta doctrina existen tres clases de fiebre: la externa que puede controlarse con termómetro aplicado bajo el brazo del enfermo, la interna que domina el interior del vientre y va unida a la falta calor normal en la piel y extremidades, descubriéndose por el pulso y el iris del ojo y la fiebre localafecta una zona determinada del cuerpo y se manifiesta por latidos, puntadas, cansancio localizado y escozores.

La fiebre externa revela la actividad del sistema de defensas del organismo y la fiebre interna se atribuye a la incapacidad de defensa de la energía vital y la fiebre local crea irritación, congestión e inflamación, también es perjudicial porque altera la libre circulación de la sangre en el órgano o tejido afectado.
La fiebre externa favorece la curación, porque el calor extendido en todo el cuerpo activa los procesos vitales y ayuda a la purificación de los tejidos y de la sangre, destruyendo y expulsando las materias orgánicas muertas acumuladas en el cuerpo.
La fiebre interna se origina y mantiene por reacción nerviosa y circulatoria por prolongado esfuerzo digestivo para elaborar alimentos inadecuados.
La fiebre interna es destructiva, altera la composición y circulación de la sangre, la digestión y eliminación intestinal, acelera el corazón cuya sobre actividad congestiona los pulmones y disminuye el riego sanguíneo de la piel y extremidades del cuerpo.
Se comprende así la necesidad de sacar a la superficie del cuerpo la fiebre interna y producir una fiebre artificial sobre la piel, a fin de normalizar la circulación de la sangre, favorecer su purificación, por exhalación cutánea o por transpiración a través de los poros.
En la Doctrina Térmica el arte de reestablecer la salud tiene por objeto combatir la fiebre destructiva del aparato digestivo en grado variable común a todo enfermo y producir fiebre curativa en su piel. Requiriendo la función digestiva y la eliminadora de la piel, temperatura normal y uniforme, tanto en el interior del vientre como en la superficie del cuerpo.
Descongestionar y purificar son los objetivos, lo que se conseguirá mediante el restablecimiento del equilibrio térmico del cuerpo del enfermo.
Según esto se requiere actuar sobre el organismo, con el objeto de purificar la sangre y no solo localmente, porque quien se cura es el cuerpo como órgano indivisible.
El agente curativo es la propia fuerza vital del sujeto, la que se estimula mediante el conflicto térmico del cuerpo, para lo cual se utiliza el frío del aire, del agua o del barro, el calor del sol o del vapor, el consumo de frutas crudas, semillas y ensaladas como alimento.

¿Como mantener la salud?


La salud no se obtiene en la consulta del medico ni se compra en la farmacia, la salud nos invita a ser actores de nuestra vida y volver a la naturaleza teniendo en cuenta los preceptos de la ley natural.

1.- Respirar aire puro: Como decía Hipócrates “El aire puro es el primer alimento y el primer medicamento” El aire es la fuente de energía vital, debe entrar a nuestro cuerpo por los pulmones y la piel, mediante la respiración y estar en contacto directo con la atmósfera.
2.- Comer productos naturales: El alimento natural es el que provee la Naturaleza en cada lugar y en cada época del año pues es el que necesita nuestro organismo en dicho momento, pudiendo comerse en el estado como provee la Naturaleza.
Las frutas y semillas  despiertan sentimientos nobles, fortifican la inteligencia y voluntad.
Saber elegir los alimentos es indispensable pues los alimentos ingeridos forman la sangre y esta será de la calidad del alimento.
3.- Ser sobrios constantemente: Comer poco, bien masticado y en tiempo oportuno.
4.- Beber agua natural: El agua todo lo purifica, es la bebida que nos da la Naturaleza,  no es solo un alimento sino también una medicina, tanto cuando la bebemos y cuando la usamos en baños.
5.- Tener limpieza en todo: La limpieza orgánica es salud, la impurificación es salud.
6.- La vida tranquila: La mente, los pensamientos y las emociones en paz y armonía
7.- No estar ociosos: La realización de actividades es movimiento, activan las funciones vitales son fuente de bienestar.
8.- Descansar y dormir solo lo necesario: El descanso es para reparar el desgaste producido por las actividades orgánicas, por ende quien no se ha cansado no debe descansar y el exceso de sueño debilita e intoxica. La Naturaleza nos indica las horas de actividad que empieza con el día y termina con la puesta del sol.
9.- Vestir sencillamente: El hombre tiene su piel para estar en contacto con el aire, el sol y la luz, la ropa debe favorecer las funciones de la piel de eliminación y absorción.
10.- La salud es alegría y bienestar: El hombre al vivir en armonía con la Naturaleza  vive sin privaciones, gasta menos en alimentación, aprovecha mejor lo que consume, manteniendo un estado de ánimo satisfecho que lo hace sentir la alegría de vivir.

"¿Tener buena salud consideráis el mayor bien sobre la tierra?...
Digo que no; la felicidad está en conservarse sano"

Padre Tadeo

Bibliografía consultada: "La Medicina Natural al alcance de todos" de Manuel Lazaeta Acharan. Editorial Kier. 
Fuente: http://www.asesorianutricional.com.ar 


Fuego sin gravedad

La combustión de heptano (hidrocarburo saturado que se utiliza como combustible para transbordadores espaciales) registrada en la Estación Espacial Internacional muestra la conducta del fuego en entornos de débil gravedad. El ingeniero de la Universidad de California, Forman A. Williams,  prendió fuego a una gota de heptano de 3 milímetros y se documento su proceso de combustión. Posteriormente se coloreo de manera artificial la figura resultante: la estructura amarilla del centro muestra el recorrido de la gota de heptano, encogiéndose mientras se consume. La estructura verde es la zona más próxima al combustible original que muestra partículas disparadas en un efecto de pirotecnia.


Sangre caliente y sangre fría

Para generar calor, los animales de sangre caliente convierten la comida que ingieren en energía, una pequeña cantidad de la comida que ingiere es convertida en masa corporal, el resto es usado para mantener una temperatura constante en su cuerpo.
Las criaturas de sangre fría toman la temperatura de su medio ambiente. En ambientes calientes, los animales de sangre fría pueden tener la sangre mucho más caliente que la de los animales de sangre caliente. Los animales de sangre fría son mucho más activos en ambientes calientes y son muy pasivos en ambientes fríos; su actividad muscular depende de reacciones químicas que son rápidas cuando se está caliente y lentas cuando se está frío.
Para permanecer frescos, los animales de sangre caliente sudan o jadean para perder calor a través de la evaporación de agua. También pueden enfriarse moviéndose a un área sombreada o mojándose. Muchos mamíferos tienen gruesos abrigos de pelaje que los mantienen calientes en el invierno y de los que se desprenden en el verano para  mantenerse más frescos.
Los animales de sangre fría toman sol para calentarse e incrementar su metabolismo. Mientras se asolean, los reptiles se acuestan perpendicularmente a la dirección del sol para maximizar la cantidad de luz solar sobre su piel; también expanden su caja torácica para incrementar el área de su piel expuesta al sol y oscurecen su piel para absorber más calor. Cuando un reptil está muy caliente, se acuesta en paralelo a los rayos del sol, en un área más sombreada, abre su ancha boca, aclara el color de su pie posiblemente se entierre en la tierra fresca. Algunos peces tienen una proteína especial en su sangre, la que actúa como anticongelante para ayudarlos a sobrevivir la temperatura de aguas muy frías. Serpientes, lagartijas, sapos, ranas, salamandras, y la mayoría de las tortugas hibernarán durante los inviernos fríos. 
Los animales de sangre caliente pueden permanecer activos en ambientes fríos en los que los animales de sangre fría difícilmente puedan moverse; por lo tanto, los primeros pueden vivir en casi cualquier superficie de la Tierra, donde la mayoría de animales de sangre fría difícilmente puedan sobrevivir.  El nivel de actividad de un animal de sangre fría depende de la temperatura de su medio ambiente. Un reptil, por ejemplo, incrementará la temperatura de su cuerpo antes de cazar y es más capaz de escapar de los predadores, cuando está caliente. Los animales de sangre fría también necesitan ser calentados y estar activos para encontrar una pareja y reproducirse, sin embargo requieren mucho menos energía que los animales de sangre caliente para sobrevivir.

Conocimientos de Medicina de la India

"Manipura" Chakra del plexo solar 
Corresponde a las áreas del ombligo y  Plexo Solar. Su frecuencia corresponde al color amarillo azafranado y su cualidad es la del fuego. Es el asiento del poder y donde se almacena la energía de la vida. Cuando la energía corre libremente por este centro, la persona tiene el don de concentración, una voluntad fuerte y triunfa en la vida. Si la energía se estanca aquí, la persona tiende a explotar a otros o es fácilmente explotada; a ahogarse en las emociones, en la intensidad, en la pasión o en el poder. Los tres primeros centros o Triangulo Inferior se relacionan con la mente y sus creencias. Los centros superiores se relacionan con el espíritu y lo trascendente. Idealmente los centros inferiores nos dan una base o estructura para la expresión de los superiores.

El fuego para la Medicina Oriental

La Medicina Oriental entiende que cada uno de los cinco órganos fundamentales del cuerpo humano está vinculado, según su funcionalidad, a un elemento de la naturaleza, que además se relaciona con una emoción. Al elemento Fuego se lo emparenta con el órgano más importante y al que todos los otros protegerán, el Corazón. Esta Medicina  ve al ser humano como parte de un gran sistema y considera que la buena salud está en el equilibrio de las fuerzas que nos constituyen.
De acuerdo a  esta Medicina el Fuego se expresa de dos maneras, por una parte en los meridianos del Fuego que encarnan la luz, el resplandor y la sensiblidad del Espíritu  que contiene la conciencia humana; y por otra parte el Fuego existe a veces como energía descontrolada, destructiva y  que se alimenta de las emociones. Se trata entonces de mantener la llama de la vida sin llegar a  incendiarla.
Más en: "Teoría y práctica del Shiatsu" de Carola Beresfod - Cooke. Editorial Paidotribo